lunes, 16 de enero de 2012

El placer de las pequeñas cosas

¿Por qué demorarlo cuando el fuego de la inspiracion arde en nuestros cuerpos, impulsando nuestra mente como mero vehiculo de entes superiores que desean dejar su huella en nuestro mundo?.
Y como bien leeis en el titulo, el desencadenante de tal arrebato es algo insignificante, pero solo a ojos de aquellos que en su ofuscacion no comprenden que el mundo que les rodea es tan extenso y vivaz que has de dedicar cada fibra de tu ser a sentirlo e intentar si acaso entenderlo, para en un fin ultimo, disfrutarlo.
Pobre aquellos que en la futilidad de su existencia no admiran sino apariencias engañosas y amigos vanales.
Pero este texto y otros estan dirigidos a quienes ven el mundo como yo, y ultimamente, a una persona muy especial que con cada palabra que tiene a bien brindarme he descubierto el placer de quien se sabe en compañia de mentes privilegiadas, que recorren senderos paralelos que el destino caprichoso obra cruzar en algunas ocasiones.
Tambien podras, quiza, satisfacer parcialmente tus inquisiciones.
Una breve emocion positiva. En eso se basa todo; y como pronto ejemplo, el clima de hoy.
Como otros, disfruto mas del frio y sus comodidades que del calor y su inadaptabilidad. El dia comenzaba ya con el exiguo intento de un amanecer que quedaba sofocado por el cielo encapotado y humedo, plomizo presagio de una lluvia que no tardaria en hacer su aparicion, limpiando y revitalizando el mundo bajo ella.
Y asi lo hizo al comenzar la tarde. Transcurridas las horas, la temperatura baja y nuestra acompañante invitaban a experimentar la calidez de un abrigo, al cobijo de un techo, tal vez acompañado y dejandose invadir por el agradable aroma y la delicada melancolia que se instala temporalmente en el alma y nos hace suspirar rememorando tiempos preteritos o evocando anhelos futuros.
Los sonidos amortiguados y la aparente alergia de la gente a la lluvia, recrean la ilusion de una ciudad practicamente vacia, donde las personas no tuvieran que defender su espacio vital como leones enjaulados y una persona conociera realmente el significado de la unidad.
Esta es tan solo una de muchas emociones positivas o pequeñas cosas. Encontrad las vuestras y no tengais miedo a exacerbarlas, pues seran vuetro alivio  y asidero frente al caos y descontrol.
En esta tarde en que el cielo llora y la suave brisa nocturna repiquetea las gotas en mi ventana, yo sonrio, me arrebujo y gurado en mi conciente este momento. Mañana sera un dia mejor.



Buenas y melancolicas noches. No cojais frio.

domingo, 15 de enero de 2012

Creo y casi estoy convencido, de que tan solo escribo esta entrada por no olvidar que aun dispongo de un espacio donde plasmar ideas y emociones con total impunidad.
Y es que entré y me mantengo desde hace algun tiempo en un vortice de hastio y degradacion de las virtudes por el que deambulo en una suerte de vagabundeo semiiconsciente y me dejo arrastrar por las no escasas rafagas de oscuros pensamientos que, acometida tras acometida van erosionando mi determinanacion o volviendola simple reflejo de la inerme continuidad que borra todo lo que fue.
Las noticias que llegan a mis oidos, ya sean de mi entorno proximo o mas alla, no consiguen sino acentuar este estado con sus precarios designios para un porvenir exiguo.
Un ritmo cadencioso y constante clama en los albores de mi conciente por un viaje iniciatico. Dejarme llevar por el ritmo conlleva, cada dia transcurrido, una creciente seduccion a verme guiado por sus promesas.
Y la noche nos acunara, querida, y en su tenue abrazo dilucidaremos todas estas cuestiones y algunas mas que tan solo en la intimidad que ofrece su serena quietud nos atrevemos a manifestar, con la esperanza de que por ventura algun espiritu jugueton tenga a bien mostrarnos, aunque solo sea un misero trozo, el mapa de nuestro devenir y asi aliviar el ocuro velo que asfixia al raciocinio.
Con el alma sutilmente estremecia por una breve emocion positiva, me adentro de nuevo en el reino onirico, donde los fantasmas del presente tienen prohibida su entreda y me arriesgo a ser yo.

Os dejo con esta frase: "No me acostumbré a la soledad, sino a la idea de no poder remediarla" -Martin E. Tisera, de su obra Relicario de Tinieblas.




Buenas noches visitantes.
Buenas noches, musa evanescente.