viernes, 30 de septiembre de 2016

Antonio Aramayona - Mi ultimo articulo, para ti -

Cuando estés leyendo estas líneas, ya habré muerto. He decidido finalizar mi vida, ejercer mi derecho inalienable a disponer libre y responsablemente de mi propia vida.
Te preguntarás por qué, a qué viene esta decisión tan inusitada. De hecho, no soy un enfermo terminal, no me han detectado una enfermedad grave e incurable. Tampoco estoy deprimido. Simplemente, ha llegado mi momento de morir. Es el momento justo de morir. Ni demasiado pronto. Ni demasiado tarde. Es el momento justo de quedar abrazado a mi muerte libre, a esa muerte -como dice Nietzsche- que viene a mí porque yo quiero.
He procurado a lo largo de mi vida que coincidieran lo que pienso, lo que quiero, lo que hago y lo que debo. Por eso he intentado también que mi vida haya sido digna, libre, valiosa y hermosa. Y así he querido también mi último hálito de vida: digno, libre, hermoso y valioso. Así he querido vivir y así he querido morir.
He querido vivir en plenitud cada uno de los momentos de mi existir, he amado y sigo amando la vida con pasión y todas mis fuerzas. He conversado amistosa y plácidamente con su posible acabamiento, sin prisa, con mucha serenidad y reflexión. De hecho, la muerte no es sino el último latido de la vida, y si la vida ha sido valiosa y buena ha de desembocar igualmente en una muerte digna, apacible y buena.
Todo ser humano ha de vivir bien, dejar vivir, hacer que los demás vivan del mejor modo posible. Solo cuando se acaban los caminos desde los que se atisban horizontes, o cuando se otea un deterioro imparable o cuando se decide libre y responsablemente, es posible plantearse con fiereza y también con una sonrisa el propio acabamiento. Sí, el ser humano debe vivir bien y por esa misma razón también morir bien.
Nada ni nadie puede forzar a enquistarnos en situaciones penosas o indeseadas. Sin embargo, hay personas que intentan impedir que nuestra vida sea una vida buena y una buena vida. Esas personas llevan siglos no dejándonos vivir bien y morir bien. Algunos siguen hablando de dioses, de su laberíntica voluntad, de una supuesta ley natural encorsetada y ajustada a los intereses y delirios de quienes desde hace siglos y siglos quieren al ser humano tan esclavo y reprimido como ellos mismos. Pero nadie está obligado a permanecer en la vida. La vida consiste precisamente en decidir cada segundo, cada día, todos los instantes, qué hago y qué dejo de hacer. La libertad es ni más ni menos que el ejercicio de ese decidir permanentemente. La vida es libertad. Por eso reivindico mi libertad de decidir también cómo vivir y morir.
Existir debería ser siempre un acto permanente de gozoso, consciente y libre zambullirse en la aventura del vivir. Una botella o un lapicero son lo que son, están definitivamente terminados, pero los seres humanos estamos siempre por hacer: cada instante vamos escribiendo nuestra propia biografía, decidimos quiénes somos y no somos, qué hacemos con nosotros mismos. Pues bien, desde esa libertad suprema te digo ahora que por amor a la vida, podemos decidir también morir, y morir bien.
Tú y yo y todas y todos respiramos, bebemos, amamos y nos sostenemos cada instante en la voluntad de existir por amor a la vida. Quien ama incondicionalmente vivir no teme morir. De ahí que sea radicalmente ajeno a la vida que la obliguen a pervivir contra su voluntad. Soy libre, soy dueño de mis actos y errores, de mis sueños y luchas, y por eso mismo decido si y cómo y hasta cuándo existir. Estoy en mis manos y mi obligación fundamental es vivir bien y contribuir a que la vida sea buena entre los seres humanos que habitamos este planeta, pues una ética responsable estriba en qué estoy haciendo de mi vida, también qué hago por y con los demás.
Si acabo con mi vida, si acabo, solo es, pues, por amor a la vida. Y si alguna vez hubiera 
ayudado a alguien a morir bien, habría sido un inequívoco acto de amor, el último acto de cariño y amor que puede darle. Te lo repito, se puede dejar libre y responsablemente la vida sin tristeza, sin temor, solo con quietud y por amor a la vida.
Necesito decirte una vez más que se mantiene incólume y con la misma fuerza mi amor a la vida y mi apasionada amistad con su posible acabamiento, ya hecho realidad, una vez que el sol ha descansado más allá de la línea de mi horizonte y estás leyendo ahora mis últimas palabras, mi último artículo.
Gracias. Un fuerte abrazo.
-Antonio Aramayona, profesor de filosofia y escritor-

miércoles, 28 de septiembre de 2016

Añoranzas y pesares

Te echo de menos
Eso es todo lo que se
Es todo lo que pienso
Y es todo lo que siento
Te echo de menos
Casi, es todo lo que digo
Aunque sea ilógico
Echar de menos algo que no has tenido
Yo te añoro, casi como algo mió
Yo te extraño
Como si me hubiera perdido a mi mismo
Te buscan mis impulsos
Mis pulsiones
Mis momentos
Te siguen mis instintos
De triste animal apaleado
Que busca la caricia de su amo
Que quiere llamar
Que quiere buscar
Que quiere gritar
Que quiere amar
Que muere de pena en algún lugar
Que llora sin cesar
Hasta echarse a dormitar
En sueños intranquilos
De recuerdos e ilusiones
Que se mezclan
Y crean alucinaciones
Son mis sueños solitarios
Las fantasías de un enamorado
En una realidad diferente

Donde siempre te he esperado

viernes, 23 de septiembre de 2016

El amanecer

Quédate a mi lado
Hazme compañía
Que ya no queda mucho
De esta noche tan fría

Acompáñame un rato más
En silencio si quieres
Quédate hasta el final
Si puedes

Que no quiero ver otro amanecer
Que ya me canse de despertar
Ahora veré oscurecer
En un tranquilo final

Quédate a mi lado
Y cogeme la mano
Tumbados en el suelo

Hasta que haya terminado

jueves, 22 de septiembre de 2016

La vida

Mi vida
Que no vale nada vacía
La dejo a tu amparo
La guarden tus manos, Mari.a

Que en ella no hay vida
Si en tu vida no esta
Que son solo cenizas
Sin amor que guardar

Y mil vidas son nada
Si en mil vidas me faltas
Mil vidas robadas
De amantes con alas

Y si la vida es pasajera
Que nos ponga en el mismo vagón
Que tú prendes la llama
Y yo añado el carbón

De la vida que me queda
Guardare un rato cada día
Para soñarlo contigo
Y revivir mi melancolía

Vida a vida
Día a día
Mi vida, junto a ti

Tu vida, en la lejanía

domingo, 18 de septiembre de 2016

Tiempos de recuerdo

Éramos jóvenes
Desconocidos e ignorantes
De los designios de la vida
De las noches por delante

En pasos acompasados
Nuestros caminos se cruzaron
Con hilos invisibles
Nuestras vidas se enlazaron

Inocentes de pecado
Libres en el mundo
Sin maldad a nuestro lado
Elegimos sin pensarlo

Y el tiempo inmutable
Convirtió los lazos en cadenas
Y sin darnos cuenta
Éramos almas gemelas

Pero el tiempo trajo mas consigo
Y el corazón una vez inocente
Despojado ya de su coraza
Latía ahora ferviente

Los sueños de juventud
Dieron paso a las noches en vela
La sonrisa eterna
Se convirtió en la más triste pena

Lo que antaño fuera férreo
Era ahora casi un recuerdo
La imagen del anhelo
Desaparece de un corazón muerto

Y vuelvo a ser un niño
Recordando los más hermosos momentos
Vuelvo a soñar despierto
Viendo los hilos desgarrarse en fragmentos

miércoles, 14 de septiembre de 2016

System of a Down - Soldier Side

Dead men lying on the bottom of the grave
Wondering when savior comes, is he gonna be saved
Maybe you're a sinner into your alternate life
Maybe you're a joker, maybe you deserve to die
They were crying when their sons left
God is wearing black
He's gone so far to find no hope
He's never coming back
They were crying when their sons left
All young men must go
He's come so far to find the truth
He's never going home
Young men standing on the top of their own graves
Wondering when Jesus comes, are they gonna be saved
Cruelty to the winner, bishop tells the king his lies
Maybe you're a mourner, maybe you deserve to die
They were crying when their sons left
God is wearing black
He's gone so far to find no hope
He's never coming back
They were crying when their sons left
All young men must go
He's come so far to find no truth
He's never going home
Welcome to the soldier side
Where there is no one here but me
People all grow up to die
There is no one here but me
Welcome to the soldier side
There is no one here but me
People on the soldier side
There is no one here but me

lunes, 12 de septiembre de 2016

Caja de musica

Una pequeña cajita de música
Yace inerte en un rincón
Su pequeña bailarina inmóvil
Ya no suena su canción

Es bonita y delicada
Una vez fue muy apreciada
Pero esta rota y ajada
Y ya nadie la deseaba

Pequeñas cositas que se rompen
Pequeños detalles se estropean
Remiendos improvisados
Y las grietas proliferan

Una vida improvisada
Construida de retazos
Que se sostiene con parches
Y se adorna con lazos

Vivir entre errores
Siempre entre rotos y descosidos
Arreglando males menores
Con una sonrisa a medias

Y a medias queda todo
Sin ganas de seguir arreglando
A cachos queda la vida
Sin ganas de seguir trabajando

Así que baila, pequeña muñequita
Baila una vez mas
Antes de perder tú brillo

Y que nadie te quiera ya

jueves, 1 de septiembre de 2016

No puedo...

No puedo pedirte que me ames
Ni puedo pedirte que me aceptes
No sirven las palabras
Ni las veces que reitere
No puedo esconderme
Me conoces mejor que nadie
Has visto mi camino
Y como hacia mi destino
Y a través del tiempo
Solo hay una constante
Mi amor ciego y verdadero
Que no ceja en nombrarte
No conoce límites
Ni muros que lo encierren
Ni tumbas que le entierren
Ni amos a los que someterse
Solo desea encontrarte
Reunirse con tu corazón
Tener la oportunidad de mostrarte
Que te ama con fervor
Que te adora, te idolatra
Que eres senda a sus pisadas
Que eres sol a sus mañanas
Y lugar de su morada
Y sin ti vive, claro
Sobrevive temeroso en una esquina
Asustado de las sombras que le acechan
Y eso, mi amor, no es vida

Vida es encontrar su lugar
Ser recibido en su hogar
Ser tratado con dulzura
Y cuidado de todo mal
La vida es a tu lado
La vida es, tu cuidado
La vida son tus labios
La vida…es ser amado