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¿Te has olvidado de mi existencia?
- ¿Acaso podría?
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Si tu esencia impregna el aire que me alimenta.
Si tu recuerdo deambula errante en los umbrales de consciencia. Y tu voz
retumba en los ahora vacios salones que construí.
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Como una sombra que me acecha, mas fuerte cuanto
más brilla el sol y mas negras que la propia oscuridad.
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No, no me he olvidado de tu existencia…
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Entonces, ¿Por qué me rehúyes?
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Tan solo te he enterrado, incapaz de acabar
contigo. Te destierro, es mi sumun, pues aun lejos, existes todavía y es
bálsamo para mi locura.
- ¿Por qué…?
- ¡Basta!, es suficiente. Jamás podre explicarlo y
tú nunca lo entenderás. Cada palabra pesa, como una lapida y queda inscrita en
ella.
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Ahora, déjame… Yo nunca te olvidare.
Esta noche me permito flaquear, esta noche me libero de las restricciones y abro las puertas.
Os saludo, románticos incurables.
Buenas noches.