Alguien a quien amar

En un momento del camino te encontré
Y vi en ti la cura de mis males
Todo cuanto quise y jamas mostré
Creyendo que la vida mostraba sus señales

Una historia para compartir
Libres de las cargas del pasado
Nuestra era la dicha para sonreir
Y nos adentramos en un mundo inusitado

Juntos suspiramos ante el mundo
De la mano contra el miedo y la duda
Pusimos nuestra fe en aquel segundo
Nos amamos con pasión y ternura

Así pasaron los días
Soñando que envejecian
Abrazados en noches frias
Hablando mientras reian

Pero el mal anida profundo
Tan solo espera su oportunidad
De poder mostrarse al mundo
Y arruinar la felicidad

Y en su corazón prende una llama
Pese a hallarse satisfecho
Un ardor que le reclama
De un pasado ya maltrecho

Le consume en cuerpo y alma
Nublando su juicio y razon
Ya no encuentra mas la calma
Que ella le daba a su corazon

Y se ha roto el embujo
Y las lagrimas llenan sus ojos
Quede su sueño como un gastado dibujo
Ilusiones que ahora son despojos

Ya no hay risas, ni un abrazo
La pasión se ha disipado
Nadie reposa en su regazo
Y el amor ha quedado aislado

Llora ella de amargura
Se le ha roto el corazon
Y el pierde la cordura
Por haber perdido ese don

En un momento del camino me separé
Ya que vi en mi la causa de tus males
Todo cuanto hice y te dañé
Creyendo que la vida te da oportunidades.

A la atención de tu mirada

A la atención de tu mirada:
Si en este momento me recuerdas, espero que sea con agrado.
Que el dolor para mi lo guardo y te libero de su peso.
Para que puedas sonreír de nuevo ante el sol de un nuevo día.
Si en tus ojos aparezco, que sea sonriente, como la ultima vez que escuche un "te quiero".
Yo me guardo tus miradas, las que con amor me dedicabas.
Y atesoro cada beso, de esos que te erizan el vello y sacuden el alma, con la mano entrelazada            acariciando tu pelo.
Y juntos caminaremos en el recuerdo, cuando aun mirábamos al cielo regalándonos el firmamento.
Cuando en único destino era nuestro sin dudarlo, cuando nuestra meta era morir viejos y abrazados.
Deja para mi todos los llantos, yo los mantendré guardados.
Yo seré el que luche contra los demonios enojados, el que encierre las mentiras y engaños.
Viviré para enmendar los daños y atare con cadenas cuanto te he fallado, para llevármelo al infierno    en mi ultimo aliento.
A ti, mi fiel compañera, te doy cuanto hice bueno, te doy lo que de mi era cierto.
Así, cuando el tiempo avance y el mal no pese, en ti quedara la luz.
Y yo tendré la paz de que puedas recordar a aquel que te escribe como el día en que a tu oído, te juró  la eternidad.

La tristeza nunca acaba

Cuan difícil puede ser encontrar
Las palabras tras el muro
Que levantan la culpa y el pesar
Siendo testigo mudo

De los llantos a escondidas
Los murmullos que musitan
De cansancio y esperanzas
Que se ajan y marchitan

En el refugio del perdido
Que ya no busca su camino
Tan solo se muestra arrepentido
Por haber sellado su destino

La tristeza nunca acaba
Ni la culpa, ni el reproche
Ya que el tiempo no esperaba
Que se hiciera tan pronto de noche

En esa oscuridad suena musica
Acompaña los funestos momentos
Dando vida a la lirica
De aquellos tristes recuerdos

Y así la tristeza no se acaba
Sino que se trona realidad
Pasa a ser un filtro
En el que muere toda bondad

Porque, la tristeza nunca acaba
Hasta consumir la mortalidad