Contemplaba el mundo desde su pequeño rincon. Paseando habia llegado hasta su lugar, y ahora observaba la cuidad que se extendia ante el, llena de edificios, coches, hormiguitas atareadas, alguno pocos arboles y luces, muchas luces. Unas danzaban de aqui para lla, otras iluminaban algo supuestamente importante, otras un momento, algunas, una vida. Pero todo eso solo era un borron que se entremezclaba con sus pensamientos y se deformaba a merced de ideas, recuerdos y deseos. Desde alli, sentia la brisa que le refrescaba, oia el ruido amortiguado de la civilizacion, veia como la claridad daba paso a lo artificial y como el ajetreo urbano continuaba, ajeno al ciclo natural de las cosas, sin inmutarse Y pensaba.
Alli de pie, sentia que sus ideas podian moverse con mas libertad, organizarse y llegar a algun punto. Echo un vistazo al cielo, que se veia un poco mas desde aquel lugar, y como tantas otras veces, no podria asegurar si rogaba o admiraba.
Hace ya tiempo que odiaba aquello que se extendia bajo sus pies. Una aberracion que destruia la tierra y subyugaba al hombre. Lo mataba por dentro mientras arrasaba con su entrono. Y deseo ver todo aquello convertido en cenizas, arrasado. Todo esta corrompido, y hasta las mejores ideas, mueren ahogadas en un mar de malas intenciones. A este ritmo, nos condenamos a nosotros mismos.
Desde su posicion, pensaba en todo esto y mas, intentando buscarle una solucion al mundo, y a su propio mundo. Y soñando despierto emprendio el camino de regreso, con pocas respuestas, muchos anhelos, y demasiados interrogantes. No sera la ultima vez.
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