Una vez alguien me dijo, que si quieres ser feliz un dia,
véngate; pero si quieres ser feliz todos los días, perdona.
Creo que a raíz de esa frase, un cambio ha empezado a
emerger desde lo profundo de mi conciencia. Mucho tiempo lleva aguardando esta
oportunidad de florecer y hasta este momento yo mismo no era consciente de
ello.
Mis emociones necesitan ser estabilizadas, mis sentimientos
depurados y mi alma, encontrar la paz. Atar cabos, poner el punto final, pasar
pagina, dejar que el estancamiento fluya…
Demasiadas cosas me atormentan y me impiden descansar noche
tras noche. Y he de remediarlo antes de que sigan acumulándose mas y mas y ya
no sea capaz de cargar con ellas. Lento, difícil, el camino que me espera se
define de tal modo y mas, pues requiere un cambio a niveles en los que llevo
años sin entrar y me son desconocidos, incluso, me atemorizan…
Tan solo soy capaz de configúrame una vaga idea de por donde
empezar y como discurrir por ese sendero, pero espero aprender el resto sobre
la marcha y que mis ya de por si afianzados valores me ayuden en esta empresa.
Frente a mi, caos, amargura, melancolía, soberbia, vanidad, dolor… numerosos
son los obstáculos y enemigos.
No voy a rezar ni a desearme suerte, pues solamente en mis
manos esta el poder de escribir el final que anhelo.
Quien sabe, quizás alguno de mis lectores reciba una llamada
mia tras esta entrada…
Saludos a todos y suerte, si con mis palabras logro plantar
una semilla en vuestros corazones que conlleve vuestra propia revelación.
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