viernes, 22 de diciembre de 2017

Breve muerte para el alma

La esperanza es un cáncer en el alma del ser humano.
Crece con cada nueva ilusión rota, con cada decepción, cada fracaso, hasta el mas intrascendente, con cada sueño no cumplido.
Y devora lentamente la esencia de la persona, consumiendo sus fuerzas en una lucha infructuosa avocada de antemano a la perdición.
Día tras día menguan las fuerzas y se debilita el cuerpo. Con el alma enferma nada puede salvarte del abismo.
La esperanza, que te apremia a que continúes, que te impulsa al borde del precipicio, moviendo unas piernas fatigadas con la voluntad del moribundo.
La esperanza, que no te consiente descanso y niega la tranquilidad de saber que todo a terminado.
¡Maldita esperanza!, aléjate de mi y permite el suave reposo de la calma, pues no hay ilusiones que cumplir en un mundo frío e inerte, abandonado a la soledad de la incomprensión, abandonado...a un sufrimiento sin final.
Esperanza, alimento envenenado de un cuerpo efímero que subsiste por tu voluntad. de un rostro demacrado, unos ojos ausentes y vidriosos que miran fijos a un mundo irreal, creado por tus mentiras, esperando algo que jamas será.
Esperanza traicionera, déjame en libertad y permite que el vacío se lleve por fin mi alma y mi cuerpo a la nada, donde debe estar.

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